30.3.04
¿Estamos locos? Quizás, tirando a seguramente. ¿Estamos preparados? No, sin lugar a duda, pero creo que no hay otro remedio. ¿Vamos para allá? ¡VENGA!
Mi compañero de piso, Chris, y yo estamos haciendo una carrera, a ver quién se acaba el libro de "Red Moon Rising" (publicado hace poco por Pete Grieg) más rápido. Son las 2:30 de la madrugada ahora mismo, iba a despertarme temprano mañana, pero no pude soltar el libro. No pude parar de emocionarme, dándome cuenta de que yo (y tú, seguramente, si estás leyendo esto), somos parte de un mover flipante de Dios, no sólo en España, en el mundo entero.
Chris ya ha tocado en mi puerta 2 veces en lo que va de noche: "Tenemos que orar más" ha dicho primero. Luego "Vamos a ir a hacer eso que hablábamos, vamos a llevarle té y café a las prostitutas que paran en la entrada de Alcalá" (las vemos cada noche que entramos por autobús a nuestra ciudad). Mis respuestas: "Sí", y "Sí".
Si te digo la verdad, no entiendo nada. No entiendo cómo, después de años de programas, y planear, y probar todas las técnicas de los libros para ser santos y "traer a jóvenes a Dios", es ahora, cuando ya me he cansado de todo eso, cuando ya me da igual cómo viste, alaba, y habla la gente, que estamos sintiendo y viendo a Dios moverse realmente. Quizás es precisamente por eso. Pero no creo que se limite a que "nos dé todo igual". Va más allá.
Fue leyendo el capítulo titulado "Pain" (Dolor) que mis dedos empezaron a impacienciarse, tenía que escribir algo. Pete (el fundador por equivocación de 24/7) comienza el capítulo, después de emocionarte con una relación de las "coincidencias" más impresionantes que puedas pensar de versículos, personas y moveres pareceres, con la anécdota de despertarse una noche viendo a su mujer pasar su primer ataque epiléptico y cómo los médicos encontraron un gran tumor en su cerebro horas después. Habla de cómo, en las semanas y meses que siguieron eso, empezó a encontrarse de que todo su equipo (de 24/7) estaba sufriendo por problemas materiales, ataques, enfermedades…todo lo que te puedas imaginar. Cuenta cómo se levantó un chico en medio de un encuentro y explicó que su hermana era anoréxica, había desarrollado diabetes gracias a eso, y le había llegado la menopausia 20 años antes, no era cristiana. Luego dijo que tenía que confesar algo, transcribo literalmente:
"Yo ni siquiera oro por ella. Me he estado preguntando, "¿Por qué no? ¿Acaso no me importa?" "¡Claro que me importa!", ¿creo en la oración?" ¡Sí, claro! La razón que no oro por mi hermana es porque resulta demasiado doloroso. Orar por ella significa pensar en su situación. Significa identificarme con ella y sentir su dolor. Encuentro mucho más fácil olvidarme de todo y hacer como si no pasara nada.
Pero Dios me ha estado retando a sentir el dolor de mi hermana, porque eso es lo que realmente significa interceder. También creo que Dios nos está retando como un movimiento de jóvenes que se atrevan a sentir el dolor que nos rodea."
¿Estamos preparados? No. ¿Lo estaremos algún día? No. (Repito) ¿Hay otro remedio? (de nuevo) No. ¡VENGA!
No quiero seguir mucho más, algunos ya habrán dejado de leer al ver eso de dolor, me da bastante igual.
Recuerdo el otro día, cuando estábamos en un 24-h en Barakaldo, Euskadi. Me encontraba con Itiel, Marcos, Samuel, Rubén (algunos de los locos de La Resistencia), Xabi, otro flipado de Vitoria, Aarón, un tío con cresta que vive en Santander y trabaja con la Industria, Dan, de Barcelona, y un montón de otros que no nombro por no aburriros. Estábamos arrodillados en una moqueta delante del escenario mientras cantaban el coro ese de "Haz llover…abre las puertas del cielo," Alguien nos animó a orar por nuestros amigos, otra salió y nos pidió de llorar y gemir por ellos, por nuestro país, nuestra generación, por el mundo al que nos envió Jesús.
Mientras lo hacíamos comencé a pensar en todas las palabras e imágenes que había visto de otros "avivamientos" o "despertares espirituales" alrededor del mundo. Siempre involucraba un montón de alabanza y, más aún, oración de esa frenética y loca donde la gente llora y gime y otras movidas parecidas. Me acuerdo como pensaba "Jo, quiero ver a Dios aparecer pero, ¿cuánto nos vamos a tener que tirar llorando?" Esa noche me llegó una respuesta a esa pregunta. Rodeado de un montón de tíos (y tías) locamente apasionados por Dios y sedientos de su presencia en ellos y en sus amigos, mientras llorábamos y gemíamos por nuestra generación, me dí cuenta de que, en ese mismo momento, en medio del llanto, estaba disfrutando de uno de los tiempos más emocionantes, alegres y, en su sentido más puro, gozosos, que había tenido en mi vida. Me dí cuenta de que en el llanto, en la tristeza y en el lloro, hay gozo. Que Dios convierte ese "lamento" en "baile", que nos podemos "gozar en las diversas pruebas", de que "somos fuertes cuando somos débiles". La paradoja no tiene lógica, no creo que jamás la pueda entender del todo, pero pienso disfrutar de ella.
¿Qué vengo a decir? Que vamos a llorar mucho, mucho, mucho tiempo. Vamos a tener que gemir, llorar y gritar por nuestros amigos, identificándonos con su dolor y aflicción, y luchar contra ello de rodillas y con la cara empapada de agua y sal. Ese dolor, angustia y, en un sentido, agonía, viene acompañado de un amor incomprensible y un gozo inabarcable. Surgirán amistades entre nosotros cuando lloramos, amor "más fuerte que el acero" (olvídate del Titanic). Vamos a vernos fortalecidos, y alegres después. Al fin y a cabo, ¿qué hay mejor que dar un saltito hasta el regazo de Dios Padre? (según John Dawson, eso mismo es la definición de oración).
En fin, a este punto ya habré perdido a la mitad de los incansables lectores (nota el tono irónico), que alguno haga un resumen. Pero quiero terminar con una exhortación: llora. "Llora con los que lloran" dijo Pablo, y eso es lo que va a hacer falta para verlos bailar. Otra exhortación: no pares allí. Sal a poner en acción ese lloro, a servir a los que sufren, alimentar a los que se mueren de hambre, vestir a los desnudos. Sal con gozo, y eso sólo llega en la oración, y en el lloro. Dijo mi padre una vez: "Los que han tenido que cojear alguna vez en la vida, luego saben correr mucho mejor." Dejémos hacer cojos, y en cuanto suene el disparo de batalla, salgamos corriendo como nadie, a acabar la carrera…
"Es un ejército que dará su vida por la causa. Un millón de veces al día deciden perder para algún día ganar el "Bien hecho, siervo fiel." Un ejército disciplinado. Héroes tan radicales el lunes por la mañana como el domingo por la noche. No necesitan la fama de un nombre. Miran a lo alto oyendo a las masas celestiales murmurar una y otra vez: ¡Venga!" (La Visión)
¿Que estoy loco? ¿Que soy un flipao sin remedio, creyendo que es posible cambiar el mundo?
¿Y…?
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Mi compañero de piso, Chris, y yo estamos haciendo una carrera, a ver quién se acaba el libro de "Red Moon Rising" (publicado hace poco por Pete Grieg) más rápido. Son las 2:30 de la madrugada ahora mismo, iba a despertarme temprano mañana, pero no pude soltar el libro. No pude parar de emocionarme, dándome cuenta de que yo (y tú, seguramente, si estás leyendo esto), somos parte de un mover flipante de Dios, no sólo en España, en el mundo entero.
Chris ya ha tocado en mi puerta 2 veces en lo que va de noche: "Tenemos que orar más" ha dicho primero. Luego "Vamos a ir a hacer eso que hablábamos, vamos a llevarle té y café a las prostitutas que paran en la entrada de Alcalá" (las vemos cada noche que entramos por autobús a nuestra ciudad). Mis respuestas: "Sí", y "Sí".
Si te digo la verdad, no entiendo nada. No entiendo cómo, después de años de programas, y planear, y probar todas las técnicas de los libros para ser santos y "traer a jóvenes a Dios", es ahora, cuando ya me he cansado de todo eso, cuando ya me da igual cómo viste, alaba, y habla la gente, que estamos sintiendo y viendo a Dios moverse realmente. Quizás es precisamente por eso. Pero no creo que se limite a que "nos dé todo igual". Va más allá.
Fue leyendo el capítulo titulado "Pain" (Dolor) que mis dedos empezaron a impacienciarse, tenía que escribir algo. Pete (el fundador por equivocación de 24/7) comienza el capítulo, después de emocionarte con una relación de las "coincidencias" más impresionantes que puedas pensar de versículos, personas y moveres pareceres, con la anécdota de despertarse una noche viendo a su mujer pasar su primer ataque epiléptico y cómo los médicos encontraron un gran tumor en su cerebro horas después. Habla de cómo, en las semanas y meses que siguieron eso, empezó a encontrarse de que todo su equipo (de 24/7) estaba sufriendo por problemas materiales, ataques, enfermedades…todo lo que te puedas imaginar. Cuenta cómo se levantó un chico en medio de un encuentro y explicó que su hermana era anoréxica, había desarrollado diabetes gracias a eso, y le había llegado la menopausia 20 años antes, no era cristiana. Luego dijo que tenía que confesar algo, transcribo literalmente:
"Yo ni siquiera oro por ella. Me he estado preguntando, "¿Por qué no? ¿Acaso no me importa?" "¡Claro que me importa!", ¿creo en la oración?" ¡Sí, claro! La razón que no oro por mi hermana es porque resulta demasiado doloroso. Orar por ella significa pensar en su situación. Significa identificarme con ella y sentir su dolor. Encuentro mucho más fácil olvidarme de todo y hacer como si no pasara nada.
Pero Dios me ha estado retando a sentir el dolor de mi hermana, porque eso es lo que realmente significa interceder. También creo que Dios nos está retando como un movimiento de jóvenes que se atrevan a sentir el dolor que nos rodea."
¿Estamos preparados? No. ¿Lo estaremos algún día? No. (Repito) ¿Hay otro remedio? (de nuevo) No. ¡VENGA!
No quiero seguir mucho más, algunos ya habrán dejado de leer al ver eso de dolor, me da bastante igual.
Recuerdo el otro día, cuando estábamos en un 24-h en Barakaldo, Euskadi. Me encontraba con Itiel, Marcos, Samuel, Rubén (algunos de los locos de La Resistencia), Xabi, otro flipado de Vitoria, Aarón, un tío con cresta que vive en Santander y trabaja con la Industria, Dan, de Barcelona, y un montón de otros que no nombro por no aburriros. Estábamos arrodillados en una moqueta delante del escenario mientras cantaban el coro ese de "Haz llover…abre las puertas del cielo," Alguien nos animó a orar por nuestros amigos, otra salió y nos pidió de llorar y gemir por ellos, por nuestro país, nuestra generación, por el mundo al que nos envió Jesús.
Mientras lo hacíamos comencé a pensar en todas las palabras e imágenes que había visto de otros "avivamientos" o "despertares espirituales" alrededor del mundo. Siempre involucraba un montón de alabanza y, más aún, oración de esa frenética y loca donde la gente llora y gime y otras movidas parecidas. Me acuerdo como pensaba "Jo, quiero ver a Dios aparecer pero, ¿cuánto nos vamos a tener que tirar llorando?" Esa noche me llegó una respuesta a esa pregunta. Rodeado de un montón de tíos (y tías) locamente apasionados por Dios y sedientos de su presencia en ellos y en sus amigos, mientras llorábamos y gemíamos por nuestra generación, me dí cuenta de que, en ese mismo momento, en medio del llanto, estaba disfrutando de uno de los tiempos más emocionantes, alegres y, en su sentido más puro, gozosos, que había tenido en mi vida. Me dí cuenta de que en el llanto, en la tristeza y en el lloro, hay gozo. Que Dios convierte ese "lamento" en "baile", que nos podemos "gozar en las diversas pruebas", de que "somos fuertes cuando somos débiles". La paradoja no tiene lógica, no creo que jamás la pueda entender del todo, pero pienso disfrutar de ella.
¿Qué vengo a decir? Que vamos a llorar mucho, mucho, mucho tiempo. Vamos a tener que gemir, llorar y gritar por nuestros amigos, identificándonos con su dolor y aflicción, y luchar contra ello de rodillas y con la cara empapada de agua y sal. Ese dolor, angustia y, en un sentido, agonía, viene acompañado de un amor incomprensible y un gozo inabarcable. Surgirán amistades entre nosotros cuando lloramos, amor "más fuerte que el acero" (olvídate del Titanic). Vamos a vernos fortalecidos, y alegres después. Al fin y a cabo, ¿qué hay mejor que dar un saltito hasta el regazo de Dios Padre? (según John Dawson, eso mismo es la definición de oración).
En fin, a este punto ya habré perdido a la mitad de los incansables lectores (nota el tono irónico), que alguno haga un resumen. Pero quiero terminar con una exhortación: llora. "Llora con los que lloran" dijo Pablo, y eso es lo que va a hacer falta para verlos bailar. Otra exhortación: no pares allí. Sal a poner en acción ese lloro, a servir a los que sufren, alimentar a los que se mueren de hambre, vestir a los desnudos. Sal con gozo, y eso sólo llega en la oración, y en el lloro. Dijo mi padre una vez: "Los que han tenido que cojear alguna vez en la vida, luego saben correr mucho mejor." Dejémos hacer cojos, y en cuanto suene el disparo de batalla, salgamos corriendo como nadie, a acabar la carrera…
"Es un ejército que dará su vida por la causa. Un millón de veces al día deciden perder para algún día ganar el "Bien hecho, siervo fiel." Un ejército disciplinado. Héroes tan radicales el lunes por la mañana como el domingo por la noche. No necesitan la fama de un nombre. Miran a lo alto oyendo a las masas celestiales murmurar una y otra vez: ¡Venga!" (La Visión)
¿Que estoy loco? ¿Que soy un flipao sin remedio, creyendo que es posible cambiar el mundo?
¿Y…?
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26.3.04
Por cierto, como os fue en CC??
Alguna experiencia para contar? Algo importante para que nos enteremos los que no fuimos?? (Que creo que de aqui solo soy yo quien no estuvo!)
Yo solo estuve el sabado, pero el otro dia lo comentaba, que en un solo día no tienes tiempo para "meterte" y poder recibir todo igual. Sentí como que necesitas un tiempo para adentrarte y sensibilizarte con todo. Tal vez también por mi situación ahora que estoy un pquillo de bajón, pero aun así, y aún habiendome dormido durante la predi de Pete (eso de levantars a las 5 y darse el palizón en el coche te mata!), al final cuando se empezó a orar, me pude sentir genial y se notaba una presencia espectacular, me empezo a dar el yuyu que me entra cuando se siente mucho a dios que me pesa todo y no me puedo casi mover! Asi que fijate tu que wai es Dios que aun habiendome dormido y "pasando" un pquito, me dio el placer de poderme sentir asi! Amazing!
Bueno pues nada, si alguien tiene algo que contar, estaría bien escucharlo.
:)
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Alguna experiencia para contar? Algo importante para que nos enteremos los que no fuimos?? (Que creo que de aqui solo soy yo quien no estuvo!)
Yo solo estuve el sabado, pero el otro dia lo comentaba, que en un solo día no tienes tiempo para "meterte" y poder recibir todo igual. Sentí como que necesitas un tiempo para adentrarte y sensibilizarte con todo. Tal vez también por mi situación ahora que estoy un pquillo de bajón, pero aun así, y aún habiendome dormido durante la predi de Pete (eso de levantars a las 5 y darse el palizón en el coche te mata!), al final cuando se empezó a orar, me pude sentir genial y se notaba una presencia espectacular, me empezo a dar el yuyu que me entra cuando se siente mucho a dios que me pesa todo y no me puedo casi mover! Asi que fijate tu que wai es Dios que aun habiendome dormido y "pasando" un pquito, me dio el placer de poderme sentir asi! Amazing!
Bueno pues nada, si alguien tiene algo que contar, estaría bien escucharlo.
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Pues si...!!! Algo se ha de hacer.
Yo dentro de mi "vagueza" voy entrando para ver si alguien ha aportado algo, pero soy incapaz de escribir...
La verdad que estoy un poco de bajón, como le comentaba el otro dia a dani, esos tiempos en los que te cuesta la misma vida ponerte a orar, leer etc etc etc...
Mal rollo, pq no me gusta estar asi, pero con unas y con otras lo vas dejando dejando, y se te escapa!!
Necesito cargarme las pilas para seguir adelante, que triste es decir eso, en fin!!
Me voy a cenar algo.
un besito companys!
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Yo dentro de mi "vagueza" voy entrando para ver si alguien ha aportado algo, pero soy incapaz de escribir...
La verdad que estoy un poco de bajón, como le comentaba el otro dia a dani, esos tiempos en los que te cuesta la misma vida ponerte a orar, leer etc etc etc...
Mal rollo, pq no me gusta estar asi, pero con unas y con otras lo vas dejando dejando, y se te escapa!!
Necesito cargarme las pilas para seguir adelante, que triste es decir eso, en fin!!
Me voy a cenar algo.
un besito companys!
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