25.11.04
weno, k abandonado tenemos esto y yo mas, veo k ultimamente solo escribe kenny, weno, una miniaportacion
no es de hoy, es de hace una semana la reflexion, pero weno, nunca m habia pasado, pero m sentí tan sucio, tan como lok ni pienso k puede ser nadie por primera vez k me sorprendí ami mismo, no esk nunca hubiese tenido ese tipo de pensamientos o sentimientos, pero ésta vez los recopilé les di forma y lo visualicé, si, joe, me sentí totalmente incapaz de denominarme cristiano o poder pisar lok llamamos cielo, creo k fue todo el mismo dia, sentimiento de violencia extrema, salpicado con una buena dosis de lujuria y aderezado con algo de ira,soberbia,falta de respeto...y un etc que no recuerdo, ni uno de éstos ingredientes salió ala luz, pero yo los vi como los faros de un coche apuntandome directamente alos ojos.
Y claro, ahi es donde comienzo a entender ligeramente el concepto de "misericordia", weno, primero entended k soy algo egocentrico, pero me considero buena persona, y una persona k intenta agradar ala gente practicamente siempre(menos cuando m dan venazos), sek hay gente mucho mejor persona k yo, pero weno alok iba, si siendo yo como soy, tengo este tipo de sentimientos o pensamientos, no puedo ni imaginar loq puede haber dentro de la cabeza de un porcentaje altisimo de la gente, ésto puede k no sea nuevo para vosotrs, para mi lo es, y q Dios pueda perdonar todo ésto y no solo eso, sino considerarnos dignos de su gloria, me abruma en extremo.
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no es de hoy, es de hace una semana la reflexion, pero weno, nunca m habia pasado, pero m sentí tan sucio, tan como lok ni pienso k puede ser nadie por primera vez k me sorprendí ami mismo, no esk nunca hubiese tenido ese tipo de pensamientos o sentimientos, pero ésta vez los recopilé les di forma y lo visualicé, si, joe, me sentí totalmente incapaz de denominarme cristiano o poder pisar lok llamamos cielo, creo k fue todo el mismo dia, sentimiento de violencia extrema, salpicado con una buena dosis de lujuria y aderezado con algo de ira,soberbia,falta de respeto...y un etc que no recuerdo, ni uno de éstos ingredientes salió ala luz, pero yo los vi como los faros de un coche apuntandome directamente alos ojos.
Y claro, ahi es donde comienzo a entender ligeramente el concepto de "misericordia", weno, primero entended k soy algo egocentrico, pero me considero buena persona, y una persona k intenta agradar ala gente practicamente siempre(menos cuando m dan venazos), sek hay gente mucho mejor persona k yo, pero weno alok iba, si siendo yo como soy, tengo este tipo de sentimientos o pensamientos, no puedo ni imaginar loq puede haber dentro de la cabeza de un porcentaje altisimo de la gente, ésto puede k no sea nuevo para vosotrs, para mi lo es, y q Dios pueda perdonar todo ésto y no solo eso, sino considerarnos dignos de su gloria, me abruma en extremo.
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16.11.04
Hoy me he despertado un poco pronto para leer la Biblia un rato, prepararme un texto de filosofía y comprar pechuga de pollo en la carnicería. Todavía no he llegado a mi segunda tarea porque me ha picado la vena pensar-con-Diosesca un versiculillo de mi lectura Bíblica. Sigo con “The Message”, ahora en Lucas, últimos capítulos. El versículo que me hizo pensar en español dice “Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.” (Lucas 23:12), pero en la versión que leí yo se lee “That day Herod and Pilate became thick as thieves. Always before they had kept their distance.” Es decir “Ese día Herodes y Pilato se hicieron ‘gruesos’ como ladrones. Siempre antes habían mantenido su distancia”. No voy a entrar en detalles de este versículo en particular porque todas las traducciones que he comparado se mantienen con eso de que se hicieron amigos, lo que quería destacar era otra cosa.
Si tú hablas con alguien hoy en día, sobretodo algún joven, sobre Dios, seguramente te pondrán cara de asco, o de enfado, o de confusión y ganas de cambiar de tema como mínimo (incluso muchos cristianos). En cambio, si hablas acerca de Jesús suelen ser mucho más abiertos o al menos curiosos, incluso a veces apasionados. Jesús fue un personaje histórico, de eso no hay duda, pero un personaje tan impresionante, tan apasionante que nadie podía mantenerse al margen una vez que oyeran de él. Herodes se estaba muriendo de ganas de conocer a Jesús, había oído tanto sobre él (23:8), Pilato parece estar fascinado con él, y por mucho que lo intentara, no podía mantener su distancia ni salvarle. Parece que cualquier persona que conociese a Jesús quedaba, si no totalmente transformado, mellado de por vida de la impresión que daba. Tal era su autenticidad, tales sus afirmaciones, que tenías que hacer algo en cuanto lo oyeras, lo tenías que hacer, u odiarle o decidir seguirle, parece que hubo poca gente que no optó por una de estas dos opciones en la antigüedad.
Jesús no era un personaje para religiosos únicamente como les gustaría hacernos creer a los profes de humanidades (jeje, me mola meterme con mis profes, no todos son así), separado de la filosofía, de la psicología, de la política. Creo que se puede asegurar con certeza que Pilato y Herodes no eran, en absoluto, personas religiosas. A esas alturas de la historia los romanos ya no creían en la mayoría de su mitología, tenían algunos dioses familiares que se llevaban por ahí como reliquias, a quien virabas en los peores momentos, pero era más bien como invocar a los antepasados, a tu antiguo “pater familias.” Les importaba un bledo la religión judaica, sólo habían inventado el Sanhedrein para tener ojos en los templos y oídos en las calles en caso de revueltas por algún flipado (p.e. Barrabás). Cuando empezaron a oír de Jesús ellos y muchos más líderes políticos querían acercarse a él, conocerle, porque veían en él algo diferente. Quizás algo que trascendía la religión, era más grande e inclusivo que el judaísmo, era una especie de esperanza para todos –y hay que tener en cuenta que Jesús realmente nunca se esforzó en ‘evangelizar’ o ‘alcanzar’ a los que no eran judíos--.
No sé dónde quería llegar con esto. Desde aquellos tiempos a hoy, mucha gente ha jugado con la imagen de Jesús, lo ha distorsionado, se ha convertido en un icono. Un profesor de literatura soltó en clase el otro día “Hay tantos Cristos en el mundo como se quieran inventar”, y es cierto, hasta un punto. Tal fue su influencia que miles y millones de personas intentan borrarlo, o cambiarlo, o entenderlo en sentido estricto, y nada sale, nada más que pasión y locura: hermano contra hermano, padre contra hijo, alumno contra profesor… Si no somos capaces de admitir nada más, al menos hemos de conceder que Jesús despertó algo de una forma que nadie más hizo, y no se puede uno quedar indiferente ante él, aún 2000 años después. Tiene poder y fascinación su nombre, provoca amor e ira, no puede ser que fuese un simple humano.
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Si tú hablas con alguien hoy en día, sobretodo algún joven, sobre Dios, seguramente te pondrán cara de asco, o de enfado, o de confusión y ganas de cambiar de tema como mínimo (incluso muchos cristianos). En cambio, si hablas acerca de Jesús suelen ser mucho más abiertos o al menos curiosos, incluso a veces apasionados. Jesús fue un personaje histórico, de eso no hay duda, pero un personaje tan impresionante, tan apasionante que nadie podía mantenerse al margen una vez que oyeran de él. Herodes se estaba muriendo de ganas de conocer a Jesús, había oído tanto sobre él (23:8), Pilato parece estar fascinado con él, y por mucho que lo intentara, no podía mantener su distancia ni salvarle. Parece que cualquier persona que conociese a Jesús quedaba, si no totalmente transformado, mellado de por vida de la impresión que daba. Tal era su autenticidad, tales sus afirmaciones, que tenías que hacer algo en cuanto lo oyeras, lo tenías que hacer, u odiarle o decidir seguirle, parece que hubo poca gente que no optó por una de estas dos opciones en la antigüedad.
Jesús no era un personaje para religiosos únicamente como les gustaría hacernos creer a los profes de humanidades (jeje, me mola meterme con mis profes, no todos son así), separado de la filosofía, de la psicología, de la política. Creo que se puede asegurar con certeza que Pilato y Herodes no eran, en absoluto, personas religiosas. A esas alturas de la historia los romanos ya no creían en la mayoría de su mitología, tenían algunos dioses familiares que se llevaban por ahí como reliquias, a quien virabas en los peores momentos, pero era más bien como invocar a los antepasados, a tu antiguo “pater familias.” Les importaba un bledo la religión judaica, sólo habían inventado el Sanhedrein para tener ojos en los templos y oídos en las calles en caso de revueltas por algún flipado (p.e. Barrabás). Cuando empezaron a oír de Jesús ellos y muchos más líderes políticos querían acercarse a él, conocerle, porque veían en él algo diferente. Quizás algo que trascendía la religión, era más grande e inclusivo que el judaísmo, era una especie de esperanza para todos –y hay que tener en cuenta que Jesús realmente nunca se esforzó en ‘evangelizar’ o ‘alcanzar’ a los que no eran judíos--.
No sé dónde quería llegar con esto. Desde aquellos tiempos a hoy, mucha gente ha jugado con la imagen de Jesús, lo ha distorsionado, se ha convertido en un icono. Un profesor de literatura soltó en clase el otro día “Hay tantos Cristos en el mundo como se quieran inventar”, y es cierto, hasta un punto. Tal fue su influencia que miles y millones de personas intentan borrarlo, o cambiarlo, o entenderlo en sentido estricto, y nada sale, nada más que pasión y locura: hermano contra hermano, padre contra hijo, alumno contra profesor… Si no somos capaces de admitir nada más, al menos hemos de conceder que Jesús despertó algo de una forma que nadie más hizo, y no se puede uno quedar indiferente ante él, aún 2000 años después. Tiene poder y fascinación su nombre, provoca amor e ira, no puede ser que fuese un simple humano.
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