27.4.05
El otro día, mi cuñado, que es pastor, me dijo de repartir folletos con los jóvenes de su iglesia, porque ahora vivo hasta el verano en el pueblo donde tienen la iglesia. Y fui.
Me hizo pensar muchísimo.
Me ha hecho pensar como ha cambiado mi alrededor y mi vida en estos últimos años, como han cambiado las formas que utilizo, mi iglesia, la gente que me rodea. Las formas para comunicar, la creatividad en alabanza, oración, predicación...
Y veo que es tan necesario los cambios...!!
El otro día en la iglesia, en la predicación, decían algo como esto: las formas han de cambiar, pero los valores no han de cambiar (en la iglesia). Dios mismo es INMUTABLE. No cambia: ni su amor, sacerdocio, sus promesas, su poder, sus demandas ni su mensaje.
Y realmente nuestra sociedad ha cambiado, y el mensaje de Dios es el mismo, lo quieran aceptar o no, nos llamen carcas o no, (total, Dios dice que somos benditos si somos insultados por su Nombre...). Pero está claro que la iglesia tiene que avanzar en las formas.
Mirad, cuando repartía folletos, charlábamos con unos chavales de unos 15 años, que tenía muchas dudas sobre Dios. La gente les invitó a la iglesia. Yo pensaba, que quizás ellos un día puede que vayan, y a lo mejor llegan, no entienden el vocabulario “eclesial”, se aburren, y se marchan.
Pienso en las época de mi madre: mi madre nació en la post. Guerra, las iglesias eran tradicionales, pero no les afectaba, ellos también eran más tradicionales en comparación con la generación de ahora.
La sociedad ha cambiado radicalmente, y veo muy importante algunas cosas:
1- las células: porque es fácil llevar a tus colegas no creyentes, que conozcan a gente creyente de la misma edad, hay un ambiente guay normalmente., y no “eclesial”. Hay libertad para charlar...
2- El estar abiertos a la gente que entre en la iglesia, por muy rara que parezca para generaciones anteriores.
3- Estar abiertos a las cosas nuevas que Dios vaya trayendo: nuevos estilos de alabanza...
4- Me encanta la creatividad. Sea en evangelismo, oración...
Que opinais?
|
Me hizo pensar muchísimo.
Me ha hecho pensar como ha cambiado mi alrededor y mi vida en estos últimos años, como han cambiado las formas que utilizo, mi iglesia, la gente que me rodea. Las formas para comunicar, la creatividad en alabanza, oración, predicación...
Y veo que es tan necesario los cambios...!!
El otro día en la iglesia, en la predicación, decían algo como esto: las formas han de cambiar, pero los valores no han de cambiar (en la iglesia). Dios mismo es INMUTABLE. No cambia: ni su amor, sacerdocio, sus promesas, su poder, sus demandas ni su mensaje.
Y realmente nuestra sociedad ha cambiado, y el mensaje de Dios es el mismo, lo quieran aceptar o no, nos llamen carcas o no, (total, Dios dice que somos benditos si somos insultados por su Nombre...). Pero está claro que la iglesia tiene que avanzar en las formas.
Mirad, cuando repartía folletos, charlábamos con unos chavales de unos 15 años, que tenía muchas dudas sobre Dios. La gente les invitó a la iglesia. Yo pensaba, que quizás ellos un día puede que vayan, y a lo mejor llegan, no entienden el vocabulario “eclesial”, se aburren, y se marchan.
Pienso en las época de mi madre: mi madre nació en la post. Guerra, las iglesias eran tradicionales, pero no les afectaba, ellos también eran más tradicionales en comparación con la generación de ahora.
La sociedad ha cambiado radicalmente, y veo muy importante algunas cosas:
1- las células: porque es fácil llevar a tus colegas no creyentes, que conozcan a gente creyente de la misma edad, hay un ambiente guay normalmente., y no “eclesial”. Hay libertad para charlar...
2- El estar abiertos a la gente que entre en la iglesia, por muy rara que parezca para generaciones anteriores.
3- Estar abiertos a las cosas nuevas que Dios vaya trayendo: nuevos estilos de alabanza...
4- Me encanta la creatividad. Sea en evangelismo, oración...
Que opinais?
|
12.4.05
"No con conciencia dudosa, sino cierta, Señor, te amo yo. Heriste mi corazón con tu palabra y te amé. Mas también el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene he aquí que me dicen de todas partes que te ame: ni cesan de decírselo a todos, "a fin de que sean inexcusables" (Rom. 9:15). [...]
Pero, ¿qué es lo que amo cuando yo te amo? No una belleza corpórea, no una donosura transitoria, no un resplandor como el de la luz, que agrada a estos ojos, no dulces melodías provenientes de toda clase de cantos, no un suave perfume de flores, de ungüentos, de aromas, no el maná y la miel, no miembros festivos y dispuestos al abrazo carnal. No amo estas cosas, cuando amo a mi Dios. Y sin embargo, por así decirlo, amo una luz, una voz, un perfume, un alimento, un abrazo del hombre interior que hay en mí, donde resplandece en mi alma una luz que no se desvanece en el espacio, donde resuena una voz que el tiempo no arrebata, donde se huele un perfume que el viento no se lleva, donde gusto un sabor que no mengua con la voracidad, donde me estrecha un abrazo que la saciedad jamás disuelve. Esto es lo que yo amo cuando amo a mi Dios."
Confesiones (Libro X, capítulo VI), Agustín de Hipona
|
Pero, ¿qué es lo que amo cuando yo te amo? No una belleza corpórea, no una donosura transitoria, no un resplandor como el de la luz, que agrada a estos ojos, no dulces melodías provenientes de toda clase de cantos, no un suave perfume de flores, de ungüentos, de aromas, no el maná y la miel, no miembros festivos y dispuestos al abrazo carnal. No amo estas cosas, cuando amo a mi Dios. Y sin embargo, por así decirlo, amo una luz, una voz, un perfume, un alimento, un abrazo del hombre interior que hay en mí, donde resplandece en mi alma una luz que no se desvanece en el espacio, donde resuena una voz que el tiempo no arrebata, donde se huele un perfume que el viento no se lleva, donde gusto un sabor que no mengua con la voracidad, donde me estrecha un abrazo que la saciedad jamás disuelve. Esto es lo que yo amo cuando amo a mi Dios."
Confesiones (Libro X, capítulo VI), Agustín de Hipona
|